“El verdadero sanador, es aquel que busca la ayuda para ser sanado. La curación se logra mediante la actitud del enfermo, porque después de todo, fue la actitud del enfermo la que creó la enfermedad”
Ramtha.
Un derecho divino es escoger el cuerpo y diseñarlo como lo que cada ser quiere que sea; tenemos, como seres divinos, el control de lo que se está formando en el útero. Los seres que llegan a esta dimensión de la materia y han elegido defectos físicos, están preparados para captar la belleza invisible; son seres que no les interesa ser aceptados por su apariencia, su capacidad intelectual o sus habilidades físicas; a ellos les interesa más el gozo y profundo amor por su yo interno. Ellos cuando salgan de este plano, después de haber experimentado su elegida experiencia, serán bellos en su cuerpo de luz y estarán felices en su alma.
El cuerpo físico no es más que el instrumento para obtener experiencias emocionales en la materia
(tercera dimensión) y obtener sabiduría. Cualquier experiencia que generamos como entidades, que traiga satisfacción al ser, es felicidad. No somos víctimas del destino, o de las circunstancias, este fue diseñado por nosotros, como seres, antes de encarnar.
El cuerpo es una maravillosa máquina que es, cien por ciento, el resultado de nuestros pensamientos; é,l es el retrato más íntimo de todas las actitudes que surgen de sentimientos nuestros. Cada pensamiento se graba en el alma como una emoción y esa emoción envía a cada célula en el cuerpo, una chispa eléctrica que la alimenta. El amor, la libertad de expresión, el aprecio por la belleza invisible, la paciencia, vivir el momento, amar la diferencia con otros como la apreciación mas bella de la individualidad, renunciar al victimismo, respetar y cuidar el cuerpo físico, permitiendo que la vida sean todas estas actitudes, envían chispas de salud y sana longevidad en las células del cuerpo.
El odio a sí mismo o a otros, la abnegación, los sentimientos de indignidad, inseguridad, celos, culpa, duda, ira, fracaso, pena; son actitudes que degeneran las células del cuerpo, generando enfermedades y malestares, porque son actitudes que alteran la vida, la inhiben, no permiten que se exprese con libertad y tranquilidad.
Basado en el libro Enseñanzas selectas de Ramtha, cap 14.
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